(York, 1907 – Viena,
1973)
Blues Funeral
Paren todos
los relojes, corten las líneas telefónicas,
no dejen
que los perros ladren con sus huesos jugosos,
callen los
pianos y con un tambor grave
saquen el
ataúd, dejen que los deudos se acerquen.
Que los aviones
planeen sobre nosotros, lamentándose,
dibujando
en el cielo el mensaje Él está muerto,
pongan cintas
negras alrededor del cuello de las palomas,
dejen que
los agentes de tráfico usen oscuros guantes de algodón.
Él era mi
Norte, mi Sur, mi Este y Oeste,
mi semana
laboral y mi día de descanso,
mi
mediodía, mi medianoche, mi charla, mi canción;
pensé que el
amor duraría para siempre: estaba equivocado.
Las
estrellas están de más ahora, apáguenlas;
envuelvan
la luna y desarmen el sol;
vacíen el
océano y barran con los bosques.
Porque ya
nada puede alguna vez mejorar.
Versión de
Tom Maver
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Funeral Blues
Stop all
the clocks, cut off the telephone,
Prevent the
dog from barking with a juicy bone,
Silence the
pianos and with muffled drum
Bring out
the coffin, let the mourners come.
Let
aeroplanes circle moaning overhead
Scribbling
on the sky the message He Is Dead,
Put crepe
bows round the white necks of the public doves,
Let the
traffic policemen wear black cotton gloves.
He was my
North, my South, my East and West,
My working
week and my Sunday rest,
My noon, my
midnight, my talk, my song;
I thought
that love would last for ever: I was wrong.
The stars
are not wanted now: put out every one;
Pack up the
moon and dismantle the sun;
Pour away
the ocean and sweep up the wood.
For nothing
now can ever come to any good.
from Collected poems,
Vintage International, New York ,
1991.