(Australia, 1984 - )
SEGUÍ TOCANDO
Esto es una
advertencia para todos.
El mañana
no es tu amigo.
El mañana
es un visitante para cuya llegada no estás preparado,
cuyos
cambios de ánimo no podés anticipar.
No los
podés anticipar porque nunca sabés
si va a
llegar a tu puerta trayendo flores o un arma,
pero sabés
que está todo el tiempo acercándose.
Esto es una
advertencia.
Nunca dejes
que se consuma el fuego de la lámpara.
Nunca dejes
de hacer tu música, incluso si el disco está rayado,
la aguja
quebrada y el micrófono desconectado-
seguí
tocando.
Incluso
cuando estés parado mirando los amenazantes arrecifes,
donde los
corales parecen hechos de cuchillas y navajas,
donde el
cielo apenas brilla con una luz de carbón
encima de
los tiburones y los intermitentes cardúmenes,
donde te
movés entre mareas de información
(algunas
correctas, otras erróneas, otras sencillamente dementes)
olas de
opinión tan potentes que amenazan con ahogarte-
seguí
tocando.
Incluso
cuando sientas que la amistad es un campo de batalla
donde la
brisa está cargada de ego y desconfianza,
donde el afilado
sol se oscurece
por un
billón de flechas que cantan con la claridad de los pájaros,
donde
intercambiamos palabras encendidas en bares y autos recalentados,
donde
sentimos que somos lo que queda de los naufragios
de los
ideales abandonados-
seguí
tocando.
Incluso
cuando las respuestas negativas se apilen como pirámides
y te digan
que no tenés talento
y que nadie
quiere escuchar a un rapero de un pueblo chico de Australia
y que
ninguna radio va a poner tu música
y gritás y
gritás y nadie te escucha-
seguí
tocando.
Pero no
estoy seguro de por qué deberíamos,
cuando
claramente las posibilidades apuntan en contra nuestra.
Porque sé
que el corazón de los hombres
es un
pastizal donde florece la oscuridad.
Todo lo que
sé es que tengo suerte de estar acá
y que algún
día, pronto, este hombre de pasión y lujuria
va a ser
polvo y cenizas.
Y que voy a
esparcirme de vuelta en el suelo del que salí
y que no
quiero que mi último suspiro sea un lamento.
Quiero poder
decir que salté del acantilado cuando fue necesario,
que bebí
del cáliz cuando me lo pasaron.
Que incluso
cuando el disco estaba rayado,
la aguja
quebrada y el micrófono desconectado-
seguí
tocando.
Esto es un
advertencia para todos.
El mañana
no es tu amigo.
Así que
nunca dejes que el fuego de tu lámpara se consuma.
Porque
nunca sabés
cuándo podría
terminar hoy.
Versión de Tom Maver
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PLAY ON
This is warning
to everyone.
Tomorrow is
not your friend.
Tomorrow is
a visitor whose arrival you cannot prepare for,
whose
moodswings you cannot anticipate.
You cannot
anticipate because you never know
whether he
arrives at your door bearing flowers or a handgun,
but you
know that he approaches by the hour.
This is a warning.
Never let
the fire in the lamp burn low.
Never stop
making your music, even if the record is scratched,
the needle
is snapped, and the mic is unplugged-
Play on.
Even when
you stand looking out over treacherous reefs,
where the
coral is like the blades of razors,
where the
sky is glimmering coal above sharks and shimmering shoals,
where you wade
through tides of information
(some right,
some wrong, some plain insane)
waves of
opinion so powerful they threaten to drown you-
Play on.
Even when
it feels as if friendship is a battleground
where the
breeze is rich with ego and mistrust,
where the
burnished sun is blackened
by a
billion arrows that sing with the clarity of birds,
where we
exchange pugilistic words in bourbon bars and hotted-up cars,
where we
feel as if we are the flotsam and jetsam of marooned ideals-
Play on.
Even when
the rejection letters stuck up like a pyramid
and they
tell you that you have no talent
and that no-one
wants to hear an Aussie rapper from a small town
and no
radio station will play you
and you
scream and scream and nobody hears you-
Play on.
But I’m not
sure why we should,
when
clearly the odds are stacked against
us.
And I know
that men’s hearts are pastures that bloom with darkness.
All I know
is that I’m lucky to be here
and that someday
soon this man of passion and lust
will be
ashes and dust.
And that it
will sprinkle me back to the soil from which I sprang
and I don’t
want my final whisper to be a lament.
I want to
say that I leapt from the cliffs when the moment demanded it,
that I sipped
from the chalice when it was handed to me.
That even though
the record was scratched,
the neddle
was snapped,
and the mic
was unplugged-
I played on.
This is a
warning to everyone.
Tomorrow is
not your friend.
So never let
the fire in the lamp burn low.
Because you
never know
when today
might end.
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