Ahora que todo acaba quiero recordar el principio.
La primera entrada que hice en el blog es del 30 de enero de 2011. Hacía nada que había vuelto de un viaje por Estados Unidos. Si alguien me hubiera dicho, digamos en diciembre de 2009, el lugar que iba a ocupar la traducción en mi vida, no le hubiera creído. Hoy, con el blog por cumplir dos años, me doy cuenta de que para este próximo aniversario voy a estar, otra vez, fuera de Buenos Aires. Cosa rara, teniendo en cuenta lo poco que viajo yo.
Hoy, casi dos años después, sigo considerándome un amateur, un pichi de la traducción. Mis criterios siguen tambaleándose, mi curiosidad va y viene y traduzco como si jugara, moviendo fichas de un lado a otro, probando, desarmando, fascinado viendo cómo otros hacen maravillas con el lenguaje. Trato de no traducir lo archi traducido, sólo eso. Y a veces ni siquiera. Hay gustos que hay que darse, como con el poema de Dylan Thomas: Do not go gentle into that good night.
Pero por eso esta entrada, la de hoy, no es tanto como para festejar mi constancia sino para agradecer a los que me ayudaron desde el día uno.
Por ejemplo, Natalia Litvinova, que a pesar de ser una poeta lírica, exquisita, bajó a tierra y me dio dos sopapos para que yo aprendiera a usar esta plataforma de Blogger. Sin su ayuda, ¿dónde estaría todo este material? Además, fue de las primeras lectoras de las traducciones que fui haciendo, dándome apoyo, diciéndome esas palabras que los tipos inseguros como yo a veces necesitamos, o más bien como el afecto que cualquiera necesita cada tanto. Gracias, Nati.
Otra a quien le debo mucho, es a Elsa Drucaroff, que fue, si no me equivoco, la primera persona a quien yo me animé a mandarle mis traducciones, y la primera en darme devoluciones amorosas, cálidas, y que se interesó en lo que estaba haciendo y me ayudó a difundirlo. Gracias, Elsa, faltan más docentes como vos, con esa atención amorosa.
También Osvaldo Bossi fue, para variar, de una gran generosidad. Recuerdo que una vez, en el taller de poesía al que yo mismo iba, presentó una poeta, Mary Oliver, que yo le había mostrado con algunas traducciones mías. Por esto, pero también por todo lo demás, como diría Calamaro, gracias Osw.
No quiero olvidar a Daniela Camozzi y a Sandra Toro, traductoras que de alguna manera fueron puntos de apoyo constantes para las inseguridades de un novato obstinado. Que cada vez que les pido algo están ahí siempre. Gracias, Dani, Sand. Mi admiración.
Y todos aquellos que me dieron ánimo cuando empecé a hacer las notas del traductor
y a los traductores que participaron de esa nueva sección del blog -en orden de aparición: Natalia Litvinova, Sandra Toro, Patricio Foglia, Silvia Camerotto, Hugo Zonáglez-.
Ahora quiero agradecerle a esa masa para mí invisible, los lectores del blog. En especial a la gente de México, Perú, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Australia, Rusia, Francia. Gracias infinitas. Ojalá lean esto.
Hace poco me escribió una amiga preguntándome cómo había empezado yo a traducir. Mi respuesta siempre es la misma: empecé de descarado. Traduje para amigos. Porque estaba leyendo poemas increíbles que no estaban traducidos al castellano y quería leérselos a mis amigos. O que ellos me los leyeran a mí. Hay un poema de Adrinne Rich que lo dice mejor:
Soñé que eras un poema,
le digo, un poema que le quería mostrar a alguien…
y me río y me vuelvo a quedar dormida
con el deseo de mostrarte a todos los que amo
En fin, escribiendo esto se me pasó el tiempo y creo que ya está, pasó la hora. ¿Habrá llegado el fin, será por eso que me siento más ligero? No, nada que ver. Es por otra cosa. Porque viejo y me voy. Recuerdo la frase de Lezama Lima: "Yo no viajo, por eso resucito".
Entonces, estando todo como estaba, ahora que volvió la esperanza le agradezco a la gente que me escribió en este tiempo a la cuenta de mail (tomsimaver@gmail.com) y les pido que me escriban todos aquellos que quieran participar, ya sea enviándome traducciones y notas, ya sea recomendándome poetas que no haya traducido o bien poemas, dándome ideas, sugerencias para el blog...
Saludos y feliz año nuevo!