Caballos a medianoche sin luna
Nuestro
corazón pasea perdido por los bosques oscuros.
Nuestro
sueño lucha en el castillo de la duda.
Pero hay
música en nosotros. La esperanza está en el piso
pero el
ángel vuela y nos lleva con ella otra vez.
Las mañanas
de verano empiezan centímetro a centímetro
mientras
dormimos, y después camina con nosotros
como una
belleza de piernas largas
por las
calles sucias. No es sorprendente
que el
peligro y el sufrimiento nos rodeen.
Lo que
asombra es el canto.
Sabemos que
los caballos están ahí en la oscuridad
del campo
porque los podemos oler,
podemos
escucharlos respirar.
Nuestro
espíritu persiste como un hombre
que lucha
en el valle congelado
y que de
pronto huele las flores
y se da
cuenta de que la nieve se derrite
lejos, en
la cima de las montañas,
y sabe que
la primavera empezó.
Versión de
Tom Maver
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Horses At Midnight Without a Moon
Our heart
wanders lost in the dark woods.
Our dream
wrestles in the castle of doubt.
But there's
music in us. Hope is pushed down
but the
angel flies up again taking us with her.
The summer
mornings begin inch by inch
while we
sleep, and walk with us later
as
long-legged beauty through
the dirty
streets. It is no surprise
that danger
and suffering surround us.
What
astonishes is the singing.
We know the
horses are there in the dark
meadow
because we can smell them,
can hear
them breathing.
Our spirit
persists like a man struggling
through the
frozen valley
who
suddenly smells flowers
and
realizes the snow is melting
out of
sight on top of the mountain,
knows that
spring has begun.