Libación
Levantando nuestros vasos, sonriendo
nos deseamos no buena suerte
sino felicidad. Después de media vida
con y sin suerte,
sabemos que necesitamos más que suerte.
No importa si estamos tomando
jugo de tomate, y no vino o whiskey-
sabemos qué queremos decir
y el jugo rojo de esas virtuosas
frutas vegetales es algo que disfrutamos los dos.
¡Recuerdo tu asombro, como frente a un milagro,
al encontrarlas creciendo en las tenaces viñas,
en el soleado cuarto de mis viejos tíos,
ya maduras para poner en la mesa del desayuno!
Teníamos veintitrés y un hambre implacable…
Coincidimos en lo del tomate, entonces- y en la felicidad?
sí, también en eso: en el crecimiento, la poda del ramaje,
extender las hojas, tomar los brotes y frutos y el agudo olor
de los sueños.
Queremos decir: conocer a alguien tan profundamente,
no, aun más profundamente de lo que nosotros nos hemos conocido,
queremos decir: ser conocidos. Nos deseamos uno al otro
esa suerte de no necesitar suerte. Sin embargo, muelo
y hecho un poco de pimienta en mi jugo y sal
con el gesto antiguo, ¿y no estaría mal
beber medio vaso
por los dioses?
Sonreímos.
Después de estos meses de dolor empezamos
a admitir que nuestras nuevas vidas han comenzado.
Febrero 1975
Libation
Raising our glasses, smilingly
we wish one another not luck
but happiness. After half a lifetime
with and without luck,
we know we need more than luck.
It makes no difference that we’re drinking
tomato juice, not wine or whiskey-
we know what we mean,
and the red juice of those virtuous
vegetable-fruits is something we both enjoy.
I remember your wonder, as t a miracle,
finding them growing on sturdy vines
in my old aunt and uncle’s sun-room
ripe to pluck at the breakfast table!
We were twenty-three, and unappeasably hungry…
We agree on tomatoes, then- and happiness?
yes, that too: we mean growth, branching,
leafing, yielding blossoms and fruit and the sharp odor
of dreams.
We mean knowing someone as deeply,
no, deeper, than we’ve known each other,
we mean being known. We are wishing each other
the luck not to need luck. I mill
some pepper into my juice, though,
and salt in the ancient gesture; and what would be wrong
with tipping out half a glass
for the gods?
We smile.
After these months of pain we begin
to admit our new lives have begun.
February 1975
from Denise Levertov Poems 1972-1982, New Directions, New York, 2001