27.1.12

Sharon Olds - Los antiguos poetas


(California, EEUU, 1942 - )



Los antiguos poetas[1]

A veces pareciera que están tratando de
alejarse uno del otro al mismo tiempo que se agarran
fuertemente, a veces pareciera que es un tormento
o un forcejeo con una tercera cosa,
obreros luchando por sacar algo metido bien adentro
de la tierra, se sostienen mientras aquello que no pueden ver,
por más que brille con el sudor de ambos, los tira de un lado a otro
y se abrazan y lo rodean, aplastándolo, doblándolo, quizá lo están
creando ellos dos y luego,
adentro de ella, las pulsaciones, como un nacimiento, una amada
coronación. Ella descansa y luego sigue el desgarrador trabajo
alegre, el paso de los anchos hombros de un recién nacido. Descansa,
luego siguen los brazos, las articulaciones hacen ruido, descansa, luego pasa
la cadera a través de la cadera de este cuerpo suyo que, convulsionándose,
abre un espacio y por un momento los dos relojes de arena
destellan, alineados. Ella descansa, luego lo que sigue,
como un sexo que nace, ella descansa, luego los últimos
tirones, el largo giro de un muslo como un torno,
la rodilla, la pantorrilla, oh, oh,
el tobillo, el arco del pie, te amo, te amo,
la punta del pie, el aire-
el esbozo trepida en medio de ellos y luego
él lo llena con ferocidad hasta el tope, ella los sostiene, hay
lágrimas en los ojos de todos, él se lanza entero,
se vacía, le da su corazón.
Y luego descansan al unísono,
la carne, el luminoso algo y la carne,
entra perfectamente entre ellos, es la luz
lo que los está uniendo, lo lograron, tiembla
ese ser como de otro lugar,
como de una especie a punto de extinguirse, y si ellos no son leales
entre sí, será al que maten.




 Versión de Tom Maver


[1] El título original es The Makaris. Existe un poema, Lament for the Makaris, de William Dunbar, escrito, se supone, poco antes de 1508, en el que se lamenta la muerte de toda una serie de poetas (the makars) escoceses en su mayoría, de los siglos XIV y XV (para leer el poema, o verlo, ya que está en inglés antiguo: http://rpo.library.utoronto.ca/poem/769.html). En todo caso es interesante tener esto en cuenta a la hora de leer el de Sharon Olds.



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The Makaris

Sometimes it seems as if they are trying to get
away from each other, while holding each other
fast, sometimes it looks like torment,
or a grappling with a third thing,
workers wrestling to get something deep into the
ground, they hang on as it hauls them back
and forth, it cannot be seen, though their wetness
glistens on it, they grasp each other
around it, bulging, doubling, maybe they’re
creating it, between them, and then,
in her, the pulsings, like birth, like a beloved
crowning. She rests, and then more harrowing
joy-work, like a newborn’s large shoulders. She rests,
then the arms, the jointed gasps, she rests, then the
waist, through this waist of her body, which, convulsing,
indents it, for a moment the two hourglasses
gleam, aligned. She rests, then the next,
like a sex, birthed, she rests, then the last
wrenchings, the long lathe-turning of a thigh,
knee, calf, ow, ow,
ankle, arch, I love you, I love you,
toe-tip, air-
the outline shudders between them, and then
he fiercely fills it, full, she holds them, there are
tears on all their faces, he casts himself
into it, he gives it his heart.
And then they rest, in unison,
flesh, and luminous something, and flesh,
it fits between them, it is the light
which is joining them, they have made it, it quivers,
a being as if from another place,
like an almost-lost species, and if they are false
to each other, it is the one they murder.




from Blood, Tin, Straw, Alferd J. Knoopf, New York, 1999.

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