La granja
de Maggie
No voy a
volver más a trabajar en la granja de Maggie.
No, no
pienso volver a trabajar en la granja de Maggie otra vez.
Cuando me
levanto en la mañana,
junto mis
manos y ruego que llueva.
Tengo en
mente una cantidad tal de ideas
que me estoy
volviendo loco.
Es una
vergüenza la manera en que me hace fregar el piso.
No voy a
volver a trabajar en la granja de Maggie.
No voy a
volver a trabajar para el hermano de Maggie.
No, no
pienso volver a trabajar para el hermano de Maggie otra vez.
Te da una
moneda de cinco centavos,
te da una
moneda de diez,
te pregunta
con una mueca
cómo la
estás pasando.
Y cada vez
que doy un portazo me multa.
No voy a
volver a trabajar para el hermano de Maggie.
No voy a
trabajar más para el papá de Maggie.
No, no
pienso volver a trabajar para el papá de Maggie otra vez.
Te tira
todo el humo de su cigarro
en la cara
sólo para molestar.
Las
ventanas de su cuarto
están
tapadas con ladrillos.
Ah, no voy
a volver a trabajar para el papá de Maggie.
No voy a
volver a trabajar otra vez para la mamá de Maggie.
No, no
pienso trabajar otra vez para la mamá de Maggie.
Les habla a
cada uno de sus sirvientes
acerca del
hombre, de Dios y de la Ley.
Todo el
mundo dice
que ella es
el cerebro detrás del padre.
Tiene
sesenta y ocho pero dice tener veinticuatro.
No voy a
trabajar de nuevo para la mamá de Maggie.
No voy a
volver a trabajar en la granja de Maggie.
No, no
pienso volver a trabajar en la granja de Maggie otra vez.
Hago todo
lo mejor que puedo
para ser
fiel a mí mismo
pero todo
el mundo quiere
ser como
ellos.
Me dicen
que tengo que cantar mientras me esclavizan
y yo me la
paso aburriéndome.
No pienso
volver a trabajar en la granja de Maggie.
Nota del T.: Me dice que ese trabajo no le permite leer ni escribir, que no va a poder seguir mucho tiempo así. Prende otro cigarrillo, me mira entre el humo que se despega lento de su boca. Me dice que cuando escucha este tema de Bob Dylan imagina al tipo quejándose mientras está dele fregar el piso. “Un tema de protesta, un tema de protesta”, repite. La brasa del cigarrillo se enciende brevemente cuando hace el gesto despectivo con la mano. Luego me dice que no le respondo los mails, y tiene razón. Me escribió un mail hermoso que yo no supe responder, y ahora que me lo hace notar siento culpa y me quedo callado. Si supiera que, como pensaba Sor Juana, para mí “el callar no es no haber qué decir sino no caber en las voces lo mucho que hay que decir”...
Por suerte, él no se enoja mucho conmigo, y me sigue
contando de las miserias de su trabajo. El humo le envuelve por segundos la cabeza y antes de que se lo lleve el
viento, yo lo huelo y recuerdo “Un chant d’amour”, de Genet, donde dos presos desde
sus celdas se hacen llegar el humo acercando sus bocas a las paredes,
expulsándolo con cuidado, para que llegue aromático, escurridizo, visible, impalpable
a la boca del otro preso que lo inhala del otro lado. Octavio Paz decía que los
poemas son columnas de humo. Sor Juana pedía: “Óyeme con los ojos” y mi amigo
me dice: “No puedo escribir”.
Se queda mirando el piso un momento. Yo no hablo. Oigo: “Ese
trabajo no es para mí. No sirvo para vigilar chicos: ¿quién podría? ¿Vos viste ‘Un
chant d’amour’? El vigilador espía cómo los presos, solos, no pueden manejar
sus cuerpos, transpiran, bailan, se frotan los brazos, el cuello, se manosean,
se desnudan, besan los fierros de las camas, eyaculan en las sábanas. Ese
vigilador y yo también estamos presos. Nadie puede quedarse en su cuerpo, todos
deliramos de deseo y la escritura no encuentra por dónde salir.”
Oigo el chasquido
del encendedor. Cubre su boca con sus manos, vuelve a intentar
encender otro cigarrillo. “¿Y viste cómo termina? Cuando el vigilador se va,
las dos manos que intentaban hacerse llegar por entre los barrotes desde el
comienzo de la película un ramo de flores, lo logran finalmente. ¿Sabés qué me
pregunto a veces? Si yo no estaré impidiendo otra clase de comunicación entre
los chicos, alguna clase de torpe amor que quiere pasar de celda en celda, de
un aula a la otra”.
Termina de fumar. No sé si se habrá dado cuenta, pero todo este rato estuve viendo cómo
hacía para encontrar las hendijas de su celda y hacerme llegar el impalpable,
aunque pesado, humo de su tristeza. Querido amigo, espero que hayas podido ver
que ésta es mi manera de responderte, de escucharte.
Vserión de Tom Maver
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Maggie’s
Farm
I ain’t
gonna work on Maggie’s farm no more
No, I ain’t
gonna work on Maggie’s farm no more
Well, I
wake in the morning
Fold my
hands and pray for rain
I got a
head full of ideas
That are
drivin’ me insane
It’s a
shame the way she makes me scrub the floor
I ain’t
gonna work on Maggie’s farm no more
I ain’t
gonna work for Maggie’s brother no more
No, I ain’t
gonna work for Maggie’s brother no more
Well, he
hands you a nickel
He hands
you a dime
He asks you
with a grin
If you’re
havin’ a good time
Then he
fines you every time you slam the door
I ain’t
gonna work for Maggie’s brother no more
I ain’t
gonna work for Maggie’s pa no more
No, I ain’t
gonna work for Maggie’s pa no more
Well, he
puts his cigar
Out in your
face just for kicks
His bedroom
window
It is made
out of bricks
The
National Guard stands around his door
Ah, I ain’t
gonna work for Maggie’s pa no more
I ain’t
gonna work for Maggie’s ma no more
No, I ain’t
gonna work for Maggie’s ma no more
Well, she
talks to all the servants
About man
and God and law
Everybody
says
She’s the
brains behind pa
She’s
sixty-eight, but she says she’s twenty-four
I ain’t
gonna work for Maggie’s ma no more
I ain’t
gonna work on Maggie’s farm no more
No, I ain’t
gonna work on Maggie’s farm no more
Well, I try
my best
To be just
like I am
But
everybody wants you
To be just
like them
They say
sing while you slave and I just get bored
I ain’t
gonna work on Maggie’s farm no more
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1965 by Warner Bros. Inc.; renewed 1993 by Special Rider Music